Mamá
Mamá, Tu que siempre has estado para mi en los peores días , en los llantos más amargos y en los sueños más profundos. Tú que sacrificaste tu cuerpo para darme la vida y se te escapó el corazón cuando te dije que me iba, perdón por el egoísmo de vivir mi vida sin pensar en que será de la tuya cuando yo no esté. Mamá, tú que me enseñaste que la justicia siempre debe prevalecer ante todo y que mantener un corazón noble abre más puertas de las que nos imaginamos, tú que siempre supiste cómo sanar mis heridas cuando era niña y tú que siempre supiste cómo parchar mi corazón en la adolescencia. Quiero que sepas que la búsqueda eterna de amor, que esta incorregible romántica se ha empeñado en hacer, no tiene sentido si rememoro aquellas cosas que tú me has enseñado y te lo digo porque amar profundamente a alguien implica sacrificios que uno hace por alguien que quiere más que a uno mismo, porque amar es una mezcla de egoísmo y gratitud, odio y cariño, responsabilidad y abandono, pero tod